Imanol Torres Aracena
Descubrió su pasión por el surf cuando tenía solo 3 años. Su madre le regaló un paipo amarillo y azul, de esos que te raspan toda la barriga. Comenzó con el bodyboard y, a medida que fue creciendo, se pasó al surf con tabla después de hacer un curso de verano.
En cuanto a la competición, Imanol no se ha involucrado demasiado. Compitió un par de años en el circuito cántabro, pero antes no era tan fácil viajar y conocer los campeonatos, o al menos a él se lo parecía. Sin embargo, su mayor logro hasta ahora es la creación de su centro de entrenamiento especializado en surf, ubicado en Argoños, cerca de la playa de Berria. Allí realiza preparación física para deportistas y también entrenamientos de surf en la playa. Además, con ello ha logrado establecer su propia escuela de surf, que se encuentra en la playa de La Arena, en Isla.
Para él desconectar del surf es casi imposible, es como una enfermedad. Siempre está pensando en surfear. Para relajarse, lo que hace es meterse en el agua a surfear por puro placer y disfrutar del ambiente y la compañía de la gente que está en el agua.
Su principal objetivo a corto plazo es apoyar a los chicos que entrena y crear una comunidad alrededor del centro de entrenamiento que realmente disfrute del surf. A largo plazo, su meta es que tanto la escuela como el gimnasio funcionen a pleno rendimiento, y poder enfocarse más en los entrenamientos de competidores y surfistas amateur que quieran mejorar.